Hoy os muestro un conjunto de cuatro sillas con asientos de rejilla prefabricada que recientemente restauré´para uno de mis clientes. Se trata de unas sillas de mesa cocina de los finales de la decada de los 80 o incluso de los 90.
La rejilla prefabricada se obtiene comerciálmente en diferentes tamaños y tras cortar un trozo lo suficientemente grande como para cubrir el nuevo asiento, debe ser humedecida para poder colocarse sin correr el riesgo de ser dañada durante el proceso. En el caso de estas sillas, se tomó la decisión de no teñir la nueva rejilla ya que con el paso del tiempo se oxidará para adquirir un color muy característico que no podemos conseguir a base de tintes artificiales.